lunes, 1 de marzo de 2010

Ayuda a Pichidegua

14 de Marzo de 2010
Este día nos levantamos temprano y a las 8:00 ya estábamos de camino a Pichidegua, y ¿porqué Pichidegua? pues simplemente porque es uno más de los tantos pueblos del interior que se han visto afectados duramente y a los que está tardando más en llegar la ayuda y porque además un empleado y amigo de Abengoa es oriundo de dicha municipalidad. El día anterior fuimos a comprar los materiales y los dejamos ya cargados en el camión que aportó la empresa Abengoa para su transporte, y que fue conducida con maestría y paciencia a pesar del exceso de 700 Kg que llevaba de más. La otra parte del material la cargamos en una pick up de un empleado de Apia XXI-IAC.

Pichidegua, que en la lengua mapudungun
significa "Lugar de pequeños ratones", es una comuna de Chile de la provincia de Cachapoal, en la VI Región del Libertador General Bernardo O'Higgins, zona de excelentes vinos y frutales, y a medio camino aproximadamente entre Constitución y Santiago de Chile.

Después de muchos desvíos en nuestro camino y ver cómo el terremoto había tirado al suelo puentes, pasarelas y comprobar por nuestros ojos la verdadera fuerza despiadada de la naturaleza, conseguimos llegar a Pichidegua.


Una vez allí nos recibieron en la casa de los padres de un amigo y empleado de Abengoa en la que desayunamos.


Después fuimos a descargar los materiales a la municipalidad, nos ayudaron personas del pueblo.

Todos en el pueblo tanto el Alcalde como numerosas personas nos agracecieron infinidad de veces la ayuda que les estábamos prestando.


Les llevamos materiales para que pudieran reconstruir unas 25 viviendas, por lo menos aportamos nuestro granito de arena ya que se habían destruido 1600 viviendas y otras 2000 no son habitables, y sobre todo era la primera ayuda recibida para la reconstrucción de sus hogares, con lo que la gratitud era mucho mayor.

Una vez terminamos de descargar, a los que quisieron, les dieron una sesión de acupuntura para relajar los nervios y tensiones de todos estos días escuchando malas noticias y soportando réplica tras réplica, acupuntura que nos vino como anillo al dedo.

Después, en la misma casa de la familia de nuestro amigo y empleado de Abengoa, estuvimos almorzando unas estupendas empanadas hechas en un horno de leña, que estaban deliciosas, pero sobre todo destacar el trato tan cordial y cálido que recibimos por parte de toda la familia.

Con los materiales que aparecen en la foto contribuimos con vuestras aportaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario